En un mundo lleno de caos e incertidumbre, hay personas que dedican su vida a servir a los demás, difundiendo el mensaje de amor y esperanza del Evangelio. La hermana Genevieve, originaria de Myanmar, es una de esas personas extraordinarias. Ahora que se prepara para emitir sus votos perpetuos el 20 de mayo, es el momento de que nos reunamos y recemos por ella y por los cientos de vocaciones a la vida religiosa que florecen en más de 1.100 territorios de misión.

Una vida transformada por la animación misionera:

El camino de la hermana Genevieve comenzó de jovencita, cuando empezó a experimentar un profundo deseo de convertirse en religiosa. Ser testigo de la dedicación y el desinterés de estas mujeres al servir a los demás y compartir sus vidas con la Iglesia la inspiró profundamente.

Tras explorar diferentes órdenes religiosas, se sintió atraída por las Hermanas Siervas Misioneras del Santísimo Sacramento, fundadas por la Madre Caterina Zecchini en 1923. Este año se celebra el centenario de la fundación del instituto, por lo que es un momento aún más significativo para la oración y el apoyo a la hermana Genevieve y a los miembros de este instituto, presentes en Italia, Myanmar, Filipinas, Indonesia y Colombia.

Aceptar los retos para el crecimiento espiritual:

Abandonar su país natal no fue una decisión fácil para la hermana Genevieve. Al obstáculo inicial de aprender inglés para formarse en Filipinas le siguió la necesidad actual de aprender italiano para completar su preparación y recibir sus votos perpetuos en Roma. A pesar de estos retos, su dedicación y su voluntad de crecer espiritualmente le han permitido prosperar.

Nutrir la Iglesia en Myanmar:

El amor de la hermana Genevieve por su país natal resplandece cuando habla de la pequeña pero vibrante comunidad católica de Myanmar. En la diócesis de Loikaw, de donde es originaria, numerosos católicos participan activamente en la catequesis, los sacramentos y diversas actividades dirigidas a los jóvenes y los matrimonios. Al nutrir la fe y fomentar el sentido de comunidad, difunden la luz de Cristo en su contexto local.

Una llamada a la oración por la Iglesia en los territorios de misión:

La hermana Genevieve insiste en la urgente necesidad de rezar por la Iglesia en los 1.100 territorios de misión de todo el mundo. Muchas personas de estas regiones aún no han oído la buena nueva del mensaje de Cristo. Al unirnos en oración, podemos ofrecer nuestro apoyo e intercesión a los misioneros que trabajan incansablemente para difundir el amor de Dios y construir comunidades cristianas florecientes.

Recordemos a estos hombres y mujeres valientes en nuestras oraciones, levantando sus espíritus y proporcionándoles fuerza en su misión.

Rezar por la paz: Un camino hacia un mundo mejor

La hermana Genevieve nos recuerda que la paz empieza en el corazón de los individuos: «Tenemos que rezar por la paz en el mundo, en la Iglesia, en la familia y en cada corazón, porque muchas veces la guerra empieza por la falta de paz en el corazón de uno… para construir la paz, tenemos que empezar por nuestro propio corazón».

Apoyando los Votos Perpetuos de la Hermana Genevieve:

El 20 de mayo, la hermana Genevieve, acompañada de otras dos hermanas, hará sus votos perpetuos, una ocasión trascendental en la que ofrecen su vida entera y definitivamente a Dios.

Como la familia de la hermana Genevieve se enfrenta a dificultades para viajar a Roma debido a la situación actual en Myanmar, tenemos un papel importante que desempeñar: Esta semana, unámonos en oración, apoyándola y elevando a ella y a otras religiosas mientras se preparan para la trascendental ocasión de profesar sus votos perpetuos (¡encuéntrelas abajo!).

Cómo puede ayudar

Puede ayudar a la hermana Genevive y a la Iglesia misionera de muchas maneras. He aquí algunas ideas:

  • Recen por la hermana Genevive y por la Iglesia en los territorios de misión.
  • Ofrezca apoyo material a las vocaciones religiosas.
  • Hable con el sacerdote o el diácono de su parroquia sobre la importancia de rezar por los territorios de misión.
  • Comparta esta entrada del blog con sus amigos y familiares.

Juntos, podemos marcar la diferencia en la Iglesia en los territorios de misión. ¡Gracias por su apoyo!