En el corazón de Asia, donde las vastas estepas se encuentran con el cielo, la Iglesia católica ha encontrado una humilde morada en Mongolia, tierra conocida por su rica historia y su cultura nómada.
En el corazón de Asia, donde las vastas estepas se encuentran con el cielo, la Iglesia católica ha encontrado una humilde morada en Mongolia, tierra conocida por su rica historia y su cultura nómada.