En el sur de Albania, en un contexto de pluralidad religiosa y complejidades históricas, la comunidad católica prospera bajo la cuidadosa dirección de 83 misioneros, incluyendo sacerdotes, religiosos y familias laicas. A pesar del pequeño número de católicos -4,000 y en aumento-, concentrados en una región predominantemente musulmana y ortodoxa, su fe está en expansión.
El obispo Giovani Peragine, misionero barnabita y Administrador Apostólico del sur de Albania, describe la situación como una «emergencia misionera», un período crítico de despertar espiritual. «Por la vivacidad del espíritu entre nuestra gente, está claro que el sur de Albania está experimentando una verdadera emergencia misionera. Nuestras pequeñas comunidades cristianas, aunque pocas, están intensamente conectadas a la Iglesia Católica. Se reúnen regularmente para la Palabra y la Eucaristía cuando es posible, obteniendo fuerza de unos a otros y de su recién encontrada fe,» explica.
Esta misión se centra en la transformación de vidas a través de una fe profunda y atenta. «La iniciación a la vida cristiana aquí es un viaje de escucha, que hace que aquellos que se preparan para el bautismo se enamoren de Cristo, de la Iglesia y de los sacramentos,» dice el Obispo Peragine. Este proceso no solo culmina en la recepción de los sacramentos, sino que fomenta una mentalidad cristiana madura que encarna las enseñanzas del Evangelio.
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El renacimiento espiritual de la región es significativo, sin embargo, la cantidad de misioneros y recursos son insuficientes para satisfacer el creciente interés en la fe católica. +Muchos jóvenes, movidos por el legado de la fe a pesar de las persecuciones pasadas, están avanzando, deseando el bautismo y una conexión más profunda con Dios. «Esta última Pascua, tuve el privilegio de bautizar a 27 adultos, incluidos hombres mayores de sesenta años, todos de trasfondo musulmán, concluyendo su largo camino de catecumenado,» comparte el obispo Peragine.
Tu apoyo puede ayudar a abordar esta emergencia proporcionando recursos para la construcción de capillas, apoyando la formación catequética y manteniendo la presencia misionera que es tan vital para continuar esta transformación. Cada donación es un paso hacia el cuidado de una comunidad católica resiliente en una región que ha enfrentado grandes pruebas pero ahora está experimentando un florecimiento de fe, regado por la gracia de Dios y el legado de los mártires.
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«Cada oración, cada donación y cada historia compartida ayudan a cerrar la brecha entre un pasado desafiante y un futuro esperanzador,» añade el Obispo Peragine. Únete a nosotros en apoyar a estas valientes almas en el sur de Albania, donde cada contribución tiene un profundo impacto en este vital campo misionero.
Apoya el renacimiento de la fe donde más se necesita. ¡Únete a nosotros en esta misión crucial para sembrar semillas de esperanza y nutrir la creciente comunidad católica en el sur de Albania!
